Si conoces una nueva persona y deseas memorizar su nombre, sigue una técnica sencilla de varios pasos:
1. Oye con atención el nombre. Si no lo escuchas claramente, si estás distraído pensando en otras cosas, la memoria no puede funcionar, porque no se da la fase de REGISTRO de la información. Para facilitarte este paso, puedes escribir imaginariamente el nombre sobre la frente de la persona, o repítelo mentalmente varias veces.
2. Utiliza la ley de la ASOCIACIÓN. Si la persona, por ejemplo, se llama "Sofía" tiene varias alternativas de asociación. Asocia el nuevo nombre a alguien bien conocido que tenga también en nombre de Sofía; imaginartela como una persona muy sabia, porque sofía en griego es sabiduría; la puedes ver como la doble de la Vergara, en la alfombra roja..
3. Encuentra un rasgo físico destacada en su cara. Cuando te encuentres con la persona recientemente conocida, lo que observas es el rostro, y este rostro debe traerte a la memoria el nombre. Por eso busca un rasgo saliente en la nueva cara, como nariz grande, ojos azules, nariz respingada, labios gruesos, orejas amplias. Por eso cuando te la presenten mírala con detalle, si estás mirando para otro lado no podrás observar el dato interesante que se grabe en la memoria. Mientras más detallista sea tu observación, más fácilmente quedará guardada en la memoria.
4. El paso más importante: unir el rasgo físico característico de la persona, con el nombre. Esta es una asociación individual, única para cada quien. En el caso de Sofía, de labios gruesos y boca grande, te formarás una imagen que a ella le encanta la comida "sofrita". El asunto funciona así: te encuentras con ella; identificas sus labios y su boca; asociaas que le gusta la comida sofrita; y luego recuerdas que se llama Sofía.
Y recuerda: es cuestión de práctica.
Y recuerda: es cuestión de práctica.
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